viernes, 6 de noviembre de 2015

Un asiento en París.

Cada vez que asistía a una tienda de telas, olvidaba comprar una poca para una silla que ya me daba pena diaria, y digo diaria porque todos los días me siento en ella a trabajar. 


Pues un día que veo una muy económica y linda, traía diseño de París y color oscuro, perfecta para cubrir los detalles que se tienen en este tipo de trabajo con colores, pegamento y demás. 


Tenía una grapadora especial en casa, pinte los botones en blanco mientras consigo unos tipo diamante que estoy buscando e irán perfectos. 


Y después de una grapa por aquí, una recortada por allá, un que otro doblez, pues pegamento aquí, pegamento allá, mi silla ha quedado lista para más batallas. Silla nueva por menos de $7 dolares. 





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